Con los puños apretados y el pañuelo entre las manos
…nos hicimos “presente” ante la ausencia…
he llorado la desdicha de perderte de mi vida
y he enterrado en un poema mi nostalgia
Cuántas veces convertimos la agonía
en la cuna donde habitan los pesares…
y cuántas otras (ay ausente que delira)
hemos sido como arena en esos mares
La verdad que sin querer (nos destrozamos)
...y rompimos los cristales desde el alma…
sin querer nos aferramos como náufragos en vela
a las gritas de una barca sin amarras…
He aullado como un lobo bajo el flujo de la luna
…y llorado tantas veces mi locura…
sin embargo he persistido, como huella en el camino
arrastrando tu tristeza y mi amargura
Cuántas noches clandestinas, tantas otras sin medida
y la misma falsedad…en tu mirada…
la verdad que estoy cansada de adorarte con el alma,
y de todo lo que fui… por insensata…
Eileen