Cuántas veces habremos contado
los minutos que se escapan de las manos,
y hemos visto los eternos ventanales
donde asoman sin querer tantos presagios
Cuántas veces, ya cansados del camino
descansamos en la esquina de los sueños,
y miramos palpitar al sentimiento…
recostados al cobijo de tu pecho
Hoy quisiera proponerte que esperemos
que el ocaso desvanezca en madrugada…
y que llegue a despertar mi vida entera
en la tibia intimidad de tu mirada
Que juguemos al amor (sin detenernos)
y corramos por los campos de tu cuerpo,
y germine de mi boca lo que siento
por tu alma, por tu piel y por tus besos
Vida mía…compañero en mi morada…
aliciente de mi amor, toda mi calma…
esta dicha de vivir enamorada…
es un bálsamo saciado de tu alma!
Eileen