Y se escuchan los latidos
que se escapan de tu alma…
que resuenan en la noche
como acordes de campanas
Y contemplo el paraíso
que conduce a tu destino…
de ciudades conquistadas
a la luz de otro cariño…
Me apresuro en el olvido
a encontrarte en un recuerdo,
me sumerjo en los sentidos
que palpitan en tu pecho…
Me someto al escrutinio
de tus ojos siempre negros,
y también al grito vivo…
de escucharte en mis silencios!
Eileen