Que la luz de tus ojos
descienda del alma…
y me encuentre callada,
anhelante y desnuda…
Y que mi boca de grana
se destiña en tu boca…
por los besos audaces
que tus labios provocan
Y que nunca me falte
tu mirada profunda…
ni tampoco tus manos
arrullando mi vida
Ni los versos que brotan
de mi pecho encendido…
por la luz de tus ojos
contemplando los míos!
Eileen