Ese cómplice vestido de nostalgias…
de las noches más eternas y estrelladas,
y esa luna acariciando madrugadas…
me provoca tantas veces escribir
Me seduce desnudando mi mirada,
se me acerca despacito una vez más…
y de un golpe sin hablar me roba el alma
ay poeta que me invitas a soñar!
Eileen