Quizás después del amanecer,
me encuentres en el rocío matutino…
o en la escarcha de algún lirio en el olvido
Y quizás la noche espera a que despiertes mío,
apretando la nostalgia entre las manos…
en las líneas de estos versos clandestinos
Tal vez mi corazón… amante eterno…
se logre acomodar sobre tu pecho,
al pulso de tu piel y tus silencios
Y llegue a destejer como madejas
hilares de recuerdos y de perlas…
en todos los rincones de tu ausencia!
Eileen