La noche está agitada y escabrosa…
la luna que se esconde como escarcha,
los hombres apilados en la hoguera
de aquel que se levanta y los condena
Un hombre que es el sello de la muerte,
que juzga y que destruye la simiente…
de aquel que no ha cesado en su gemido
muriendo de dolor por ser judío
La mente desquiciada y mal herida…
la sed de su soberbia y su codicia,
y el alma sin piedad como cuchillas
cegando en su maldad todas las vidas
Ciudades arrasadas por el odio…
los sueños convertidos en despojos,
los pueblos condenados a los campos
que el hombre les llamó ciudad de muertos
Por esos que murieron sin sentido…
tan sólo por nacer siendo judíos,
destejo en soledad un verso vivo…
haciéndole memoria a los cautivos!
Eileen