Me gustaría que mis manos de poeta
describieran los sentidos de mi pecho,
sobre cada pergamino de tu cuerpo
Y que a punto de gemir (gemir de ganas)
la distancia entre tu piel se diluyera…
como a veces se diluye mi fragancia
Sin embargo…hay aromas que se quedan,
como el polen de tus labios en mi boca,
o el racimo de mi negra cabellera
Hay detalles que describen una vida
(esa vida, vida mía de mi alma)
y esa historia repetida y tan contada
Y me gusta ser de ti (parte de todo)
de tu mágica pasión de aventurero…
y del pacto derramado entre los dedos
Hoy arranco de mi diario un pensamiento
(el que tanto protegí bajo mis sueños)
en la hoja donde gritan tus anhelos
Y la pego en la pared que está vacía
de borrar con mi agonía tus recuerdos,
y dejar en una esquina los silencios
Hoy me niego a describir lo que hemos sido
y a gritar como un bohemio mi despecho…
por tu causa, mi dolor y tu desprecio
Pero entiendo vida mía que “es el tiempo”
el que llega a diluir el sufrimiento…
aunque queden las secuelas del recuerdo
La verdad que estamos hechos de pasado
de una historia que se fue y otra que asoma,
y de todo lo demás - que ya no importa -
Pero fuimos aprendiendo de esas cosas
entre lágrimas de pena y amargura…
y entre un poco emoción y de locura
Y aquí tengo a mi lado la maleta
aquella donde guardo un sentimiento,
que pesa mucho más que tanta ausencia
Pues no quiero olvidar que “quise tanto”
y que fui capaz amor “de perdonarnos”
el daño que causamos por dejarnos!
Eileen