Y es que a veces el dolor (revienta apenas…)
como el viento entre las tibias madrugadas,
y como el eco acongojado y suspendido…
entre todos los silencios de tu alma
Esta noche…de puntillas y descalza
he venido caminando en tu recuerdo…
me arrodillo a las faldas de tu cama…
y te miro adormecido entre los sueños
Cuantas ganas de abrazarte y adorarte
(de gritar que mi agonía me destroza)
de decirte lo que duele la distancia
y también la cercanía de tu ausencia
Y es que a veces el dolor (no muere nunca)
aunque mueran en la noche tantas lunas,
ni tampoco ha de morir esta locura…
aunque llene de gardenias nuestra tumba!
Eileen