Cuántas veces he temblado entre la cálida distancia
que se pierde entre tus manos de claveles
y los tímidos espacios de mi piel
así como han temblado los mares en invierno
…y hasta un trozo de mis sueños…
cuando llega a amanecer
Cuántas horas desvariando entre tus labios
…y bebiendo los encantos…
de tus cántaros de miel
Alucino y me desquicio (de saberte sólo mío)
…Ay varón de mi destino…
que me llega a enloquecer!
Eileen