Me acostumbré a mirarte desde lejos...
como aquel atardecer por mi ventana,
como al viento que se estrella en la montaña,
o el invierno congelándome mi alma…
A abrazarte como un sueño que no acaba
o a escribirte en soledad aquellas cartas…
donde a solas te contaba que te amaba
aunque el tiempo se llevó cada palabra
La verdad me acostumbré a llorar tu ausencia
…a pintar en mi mirada alguna lágrima…
y a jugar una vez màs…con la nostalgia,
al saber que te marchaste como el alba!
Eileen